Una de las formas más económicas de explorar los fiordos noruegos y descubrir una de las regiones más emblemáticas del país es volar hasta Stavanger, conocida como “la puerta de los fiordos”. Situada al sur de Noruega, Stavanger destaca como la capital del petróleo, con numerosos pozos que salpican los mares del norte. Además, es famosa por albergar el mejor conjunto de casas de madera del norte de Europa, tanto por su antigüedad como por su excelente conservación. La ciudad también es reconocida por su gastronomía, considerada una de las mejores de Noruega, y por ser la puerta de acceso al icónico Preikestolen (El Púlpito).
Llegar a Stavanger con un vuelo directo puede ser costoso, por lo que nosotros optamos por un vuelo con escala en Madrid > Londres > Stavanger y regreso desde Bergen (también con escala en Londres). El precio fue de 212 € por persona con la compañía British Airways. Salimos de Madrid a las 08:25 y llegamos a Stavanger a las 14:35.
En Noruega, la moneda oficial es la corona noruega (NOK). Para evitar sorpresas, decidimos cambiar el dinero en Madrid en nuestro banco de confianza, CECABANK. Si vais a pasar una semana y lleváis una cantidad considerable, aquí conseguiréis el mejor cambio.
Al llegar al aeropuerto, tomamos un autobús de la compañía FLYBUSSEN, que nos dejó en el centro de Stavanger, a solo 10 minutos a pie de nuestro hotel. El trayecto dura unos 30 minutos, con buses cada 15-20 minutos (precio por persona: 120 NOK).
Alojamiento en Stavanger
Para las dos primeras noches, elegimos un hotel sencillo frente al muelle: el Skansen Hotel, por 140 euros en total, con desayuno incluido. Este detalle es clave en Noruega, ya que la comida es bastante cara. Un buen desayuno puede marcar la diferencia, y es conveniente aprovecharlo para llevar algo de comida durante el día y evitar gastar más. También recomendamos llevar en la maleta embutido, frutos secos y bebidas como Aquarius, para esos momentos en los que necesites algo rápido y económico.
Qué hacer en Stavanger
Stavanger es una ciudad pequeña pero encantadora, perfecta para explorar a pie. Conocida como «la puerta de los fiordos», muchos viajeros la eligen como base para la subida al Preikestolen, y su centro histórico merece ser descubierto. Pasear por sus calles y disfrutar de su ambiente único es una experiencia que no te puedes perder.
Comenzamos el día paseando por el muelle de Stavanger, disfrutando de las vistas del puerto y la ciudad. Decidimos hacer una parada en un Burger King frente al muelle, ya que aún no habíamos comido. Necesitábamos algo rápido y económico. Después de reponer energías, nos dirigimos al centro histórico y nos perdimos por sus calles empedradas. Llegamos a Øvre Holmegate, también conocida como Holme Alta en noruego. Esta zona es vibrante y colorida, conocida como el «Notting Hill noruego». Sus casas de colores y establecimientos pintorescos la hacen única. Es un lugar ideal para hacer fotos, explorar tiendas locales, cafés y galerías de arte.
La cena la disfrutamos en el restaurante Fisketorget, ubicado también frente al muelle, una marisquería que nos recomendaron varios bloggers especializados en gastronomía local. Este restaurante es conocido por ofrecer una auténtica experiencia culinaria noruega, especialmente para los amantes del marisco y el pescado fresco. Aprovechamos la ocasión para probar varios platos típicos de la región, como una deliciosa sopa de marisco, mejillones al vapor y el pescado del día, que estaba increíblemente fresco y sabroso. Aunque la factura alcanzó los 80€, convirtiéndose en la cena más cara de todo el viaje, valió cada euro. El ambiente del restaurante, la calidad de la comida y la ubicación frente al mar hicieron de esta una de las experiencias gastronómicas más memorables de nuestra ruta por Noruega.
Después de cenar, decidimos dar un tranquilo paseo por el muelle de regreso al hotel. La lluvia comenzó a chispear suavemente, añadiendo un toque especial a la atmósfera nocturna de Stavanger, «la puerta de los fiordos». Nos detuvimos a disfrutar de las vistas al agua y las luces reflejadas sobre el puerto, capturando los últimos momentos de un día lleno de nuevas experiencias. Mientras caminábamos, no podíamos evitar pensar en todo lo vivido hasta ese momento, emocionados por lo que nos esperaba al día siguiente. Ya en el hotel, fue hora de descansar y recargar energías, ya que al día siguiente nos esperaba una de las actividades más esperadas del viaje: la subida al Preikestolen, el famoso Púlpito.
Un comentario en «DÍA 1: Vuelo Madrid-Londres-Stavanger. Primer día de nuestro road trip por Noruega.»