DÍA 10: Zanzíbar: Nakupenda, Isla Prisión, Stone Town y Nungwi

El día de hoy lo dedicamos a hacer dos excursiones combinadas en una, muy populares si viajas a Zanzíbar y con salida desde Stone Town, aprovechando nuestra estancia en esta parte de la isla. Se trata de la visita al banco de arena de Nakupenda y a la famosa Isla Prisión. Esta actividad es muy popular en Zanzíbar y de las más ofrecidas a los turistas. Seguramente, en el hotel en el que te alojes te la ofrezcan. Nosotros la hicimos con un guía del que habíamos leído muchos comentarios y recomendaciones positivas en Internet: Marbella.

Marbella, “un hombre de palabra”

Cuando leíamos comentarios sobre las excursiones realizadas en Zanzíbar con Marbella, nos llamaba mucho la atención las buenas vibraciones que transmitían todos aquellos que habían pasado parte de sus vacaciones con él. Los españoles hablaban de Marbella como el compañero perfecto, el mejor guía, con el que mejor te lo pasabas… No leímos nada negativo, así que nos pusimos en contacto con él para transmitirle que nos gustaría pasar la mañana en Nakupenda (desde primera hora para hacer fotos sin nadie en el banco de arena), para luego hacer algo de snorkel, visitar la Isla Prisión, comer en Stone Town, recoger las maletas en el hotel y subir hasta Nungwi, donde pasaríamos los próximos cuatro días (coste total = 120$). Su respuesta fue: “Claro amigos, pasaremos el día juntos”. Y, así fue.

A las 08:30, Marbella vino a recogernos al hotel y fuimos al puerto para coger el barco (privado) que nos llevaría a Nakupenda. En pocos minutos estábamos en el banco de arena. Era mucho más grande de lo que habíamos imaginado, aguas cristalinas y arena coralina. ¿Lo mejor? Que no había nadie. ¡Estábamos sólos! Marbella nos dijo que él “era un hombre de palabra”, queríamos una visita privada y él la hizo posible.
La experiencia en el banco de arena fue de película. Nos dimos unos baños, nos hicimos fotos y disfrutamos de la soledad en el banco de arena.

Después, Marbella nos llevó a hacer snorkel en el arrecife que rodeaba el banco de arena.

Al poco tiempo de estar con él, descubrimos por qué tan buenos comentarios y referencias, y es que es imposible que este guía musulmán no te saque una sonrisa cada 2 minutos al hablarte con expresiones coloquiales en castellano que nunca esperarías que salgan de su boca, además conoce la cultura española a la perfección, imita a Chiquito de la Calzada, le chifla Andalucía, está puesto en los últimos cotilleos de la farándula española y su canción favorita de Dani Martín es la de “Besos”. Sin palabras, así nos quedamos cuando nos contaba sus experiencias con españoles después de 12 años. Así es también por lo que la mayor parte de los españoles que visitan Zanzíbar, eligen a Marbella como guía.
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Isla Prisión
La siguiente parada fue en la Isla Prisión, también conocida como la Isla de la cuarentena porque fue usada como una prisión para los esclavos rebeldes en 1860 y también funcionaba como una mina de coral. El Primer Ministro británico de Zanzíbar, Lloyd Mathews, compró la isla en 1893 y construyó un complejo penitenciario de allí. No hubo prisioneros alojados en la isla siempre y en su lugar se convirtió en un centro de cuarentena para los casos de fiebre amarilla.

Actualmente, la isla es una reserva natural, y un hermoso lugar donde conviven tortugas terrestres gigantes que fueron importadas de Seychelles a finales del siglo XIX, con lo cual es el lugar perfecto para los amantes de las tortugas. Puedes caminar entre ellas, darles de comer e incluso tocarlas. En Isla Prisión encontramos tortugas de 134 y 194 años.

Esta isla está rodeada por un hermoso arrecife de coral, ideal para hacer snorkel, donde también hay una pequeña playa de arena blanca con aguas turquesas para tomar el sol.

Después del snorkel en Isla Prisión, volvemos a Stone Town y Marbella nos lleva a comer a un restaurante local, antes de recoger nuestras maletas en el hotel y subir hasta Nunwgi.

Double Tree by Hilton Resort

Tardamos algo más de una hora en llegar al norte de la isla. El trayecto no era de muchos kilómetros pero los caminos son complicados, una vez que te alejas de Stone Town las carreteras desaparecen y vuelves a encontrarte con caminos de cabras llenos de socavones y polvo por todos lados.

Elegimos el Double Tree por una oferta en Booking. Nos pareció buena idea descansar en un buen hotel con buenas playas, después de tanto trote de safaris, jeeps, tribus, etc.

La habitación que nos dieron estaba perfectamente ubicada, junto a la piscina y a menos de 10 metros de la playa. Increíble la sensación de abrir la puerta y tener a un paso la arena de la playa y a pocos metros más el mar. ¿Lo mejor? Las puestas de sol sin ningún tipo de obstáculo. Sólo el sol, el mar y los barquitos que se divisan en el horizonte.