Tras una intensa semana de safari y visitas a tribus, necesitábamos algo de relax al aire libre para despejarnos de tantas horas de carretera. Por ello, incluimos en nuestro viaje por Tanzania una parada en las famosas aguas termales de Kikuletwa.
Este paraíso escondido y rodeado de increíbles raíces de higueras, se encuentra entre Moshi y Arusha y muy cerca también del aeropuerto de Kilimanjaro. Si el cielo está despejado, es un buen lugar para divisar el Kilimanjaro en todo su esplendor.
Con la misma empresa que visitamos ayer las tribus (Nyange Adventures) contratamos esta visita con recogida en nuestro hotel, comida incluida y parada final en el Aeropuerto de Kilimanjaro para tomar nuestro vuelo a Zanzíbar. El coste total de todo el día de ayer y de hoy ha sido de 640$ (propinas no incluidas).
Las aguas termales de Kikuletwa forman un oasis natural de agua que proviene del Kilimanjaro y son frecuentadas habitualmente por turistas. Nosotros fuimos de los primeros en llegar y disfrutar de la paz que desprende el entorno y la belleza de sus aguas transparentes (de temperatura templada) en las que se apreciaba la presencia de pequeños pececitos de esos que se comen la piel muerta de los pies. El guía de la agencia local que nos ha traído hasta aquí nos ha contado que en el río que pasa justo por detrás se han avistado cocodrilos en varias ocasiones.
Este lugar está perfectamente preparado para el baño, con escaleras de madera para entrar y salir e incluso un columpio para lanzarse al agua cual “Tarzán”. También hay un pequeño puesto comercial donde venden cocos, chanclas masais y preparan comida local.
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Pasamos la mañana dándonos un refrescante baño y después nos comimos el pic-nic que preparado por Nyange Adventures (muy en la línea de nuestra alimentación durante el safari).
Como podéis ver en la imagen, los pic-nics de las excursiones y safaris por Tanzania son muy lights. Todos incluyen un zumo de mango, una o dos piezas de frutas, un huevo duro, unas galletas y un sandwich de una salsa con zanahoria.
Después de comer, ya estábamos listos para volar hacia la isla de Zanzíbar. Nos llevaron al aeropuerto de Kilimanjaro y a las 19:10 cogimos nuestro vuelo hacia esta isla paradisíaca en la que pasamos el resto del viaje. El vuelo, de apenas 1 hora de duración, lo cogimos con la compañía Air Tanzania y nos costó cada uno 94$.
Buscando por Internet y tras leer decenas de comentarios sobre guías y conductores, probamos suerte con JAMISS. Teníamos su teléfono ( +25 577 32 73 191 ) y le mandamos un WhatsApp para preguntarle cuánto nos cobraba por recogernos en el aeropuerto y llevarnos a nuestro hotel en STONE TOWN. Su oferta fueron 10$ y nos pareció perfecto. ¡Ya teníamos conductor para nuestra estancia en Zanzíbar! Conocerle fue aún mejor. Su van estaba impoluta, con asientos cómodos y aire acondicionado. ¡Además hablaba castellano muy bien! El servicio fue estupendo. Le contamos nuestros planes para el día siguiente y quedamos con él para que nos hiciera los transfers del día. demás de ofrecernos sus servicios de conductor privado, también realiza excursiones privadas por la isla. No hicimos ninguna con él porque (como siempre) llevamos todo atado y organizado desde España, pero después de conocerle, hubiéramos hecho más de una. ¡Totalmente recomendados sus servicios!
Jamiss nos recogió en el aeropuerto y nos llevó a nuestro hotel en Stone Town (la Ciudad de Piedra de Zanzíbar): Rumaisa Hotel (la estancia con desayuno con costó 86€ por dos noches). Está ubicado en la parte antigua de la Ciudad de Zanzíbar. La razón por la que pasaremos aquí estas dos primeras noches se debe a que varias excursiones que queremos hacer estos días salen desde esta zona y ganamos tiempo alojándonos aquí y luego subiendo al norte de la isla para seguir con la ruta.
Un comentario en «DÍA 8: Las aguas termales de Kikuletwa»