Séptimo día de nuestro road trip por Noruega. Nos acercamos al final de la ruta, pero antes de concluir, vamos a explorar uno de los fiordos más icónicos del país: el fiordo Geiranger. Este fiordo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famoso por sus aguas turquesas rodeadas de majestuosas montañas y cascadas impresionantes como las «Siete Hermanas«. Es el lugar perfecto para sumergirse en la naturaleza más pura de Noruega.
Antes de llegar al Geirangerfjord, teníamos planeada una parada en el mirador Dalsnibba Mountain Plateau, un lugar famoso por sus vistas panorámicas del fiordo y las montañas circundantes. Sin embargo, la densa niebla nos lo impide, por lo que decidimos omitir la parada y continuar nuestra ruta. Afortunadamente, aún tenemos la oportunidad de disfrutar de vistas espectaculares desde el mirador de Flydalsjuvet, un punto elevado con vistas impresionantes al Geirangerfjord. Desde allí, podemos apreciar la majestuosidad del fiordo, rodeado de montañas imponentes y las famosas cascadas, como la «Siete Hermanas«. A pesar de la niebla, la belleza de este paisaje sigue siendo sobrecogedora y es el lugar perfecto para tomar algunas fotos.
Cuando investigamos sobre el Geirangerfjord, descubrimos que una de las imágenes más representativas de este lugar es la famosa foto tomada desde un acantilado, donde valientes viajeros posan con el fiordo de fondo. Decidimos intentarlo también, inspirados por el blog Sombras de tinta, que nos proporcionó el punto exacto para capturar la instantánea perfecta. Sin embargo, no fue tarea fácil encontrar las posiciones adecuadas tanto para quien hace la foto como para quien aparece en ella. Tras varios intentos fallidos, encontramos la “foto peligrosa”. Ambos nos pusimos en un lugar arriesgado, con el fiordo como telón de fondo. A pesar del riesgo, el resultado fue increíble. Ahora tenemos una foto épica que recordaremos siempre.
Después de nuestra “foto peligrosa”, continuamos la ruta y subimos en coche hasta el mirador de Fossevandring Geiranger. Desde allí, tuvimos una vista impresionante del fiordo desde una nueva perspectiva, perfecta para apreciar su magnitud y belleza. Tras disfrutar del paisaje, nos dirigimos al pintoresco pueblo de Geiranger, donde decidimos dar un paseo por sus calles y explorar las tiendas locales. Lo que más nos sorprendió fue ver que casi todos los vehículos de la zona eran eléctricos, lo que demuestra el compromiso de la comunidad con el cuidado del medio ambiente. Los pequeños detalles a favor de la sostenibilidad, como los puntos de recarga y la limpieza de la zona, reflejan la importancia de preservar este paraíso natural para las futuras generaciones.
Comemos unos bocadillos rápidos y a las 14:00 nos embarcamos nuevamente en un crucero por el fiordo de Geiranger. Esta vez, dejamos el coche atrás y disfrutamos del paisaje desde el agua. El crucero incluye una audioguía en español, lo que nos permite conocer en detalle la historia y características de este icónico fiordo noruego. A lo largo del trayecto, pasamos cerca de impresionantes cascadas como las Siete Hermanas, lo que hace que cada minuto del recorrido sea aún más fascinante.
Al finalizar nuestra jornada en Geiranger, comenzamos el trayecto hacia el hotel, pero decidimos hacer una parada en el Loen Skylift. Afortunadamente, el día ha mejorado, y no podíamos irnos de Noruega sin experimentar este teleférico. El Loen Skylift es uno de los más modernos en los que hemos subido, y las vistas desde la cima son absolutamente impresionantes. La sensación de estar suspendidos a gran altura, con el fiordo y las montañas a nuestros pies, es indescriptible, y definitivamente valió la pena la parada.
En la cima del Loen Skylift, hay un restaurante con vistas espectaculares que invita a disfrutar de una comida mientras se contempla el paisaje. Sin embargo, optamos por no quedarnos, ya que preferimos continuar con nuestra ruta. Así que, decidimos bajar y dirigirnos hacia nuestro alojamiento en el Hotel Lyngmo Gjestehus. Durante el camino, hicimos una parada para picar algo y disfrutar de una cena más informal, charlando sobre todo lo que habíamos vivido hasta ese momento.
El último y octavo día de nuestro viaje por Noruega comenzó con la despedida del hotel y el tranquilo trayecto hasta el aeropuerto de Bergen. Allí devolvimos el coche de alquiler, cerrando una etapa repleta de paisajes impresionantes, aventuras únicas y una conexión profunda con la naturaleza noruega. A las 11:50 horas, tomamos el vuelo hacia Madrid, con escala en Londres, ya con la mirada puesta en futuras exploraciones de este maravilloso país.
2 comentarios en «DÍAS 7 y 8: Fiordo de Geiranger y sus miradores imprescindibles»