Seguimos nuestra ruta por los fiordos noruegos, dejando Stavanger atrás para viajar a Bergen, la segunda ciudad más grande de Noruega. Conocida como la Puerta de los Fiordos, Bergen, famosa por su encanto histórico, es la base perfecta para explorar los impresionantes paisajes del país. Su proximidad a los fiordos la hace ideal para continuar nuestra aventura. El mercado de pescado y sus pintorescas calles nos dieron la bienvenida.
Cómo llegar a Bergen desde Stavanger
El tercer día de la ruta en coche por Noruega tocó madrugar. A las 06:10 tomamos un autobús en la estación de Stavanger, muy cerca de nuestro hotel, que nos llevó hasta Risavika Terminal. Allí embarcamos en el crucero MS Bergensfjord, que nos llevó durante 5 horas y media a través de los impresionantes fiordos noruegos.
A las 12:30 llegamos a Bergen, conocida por su lluvia constante (¡275 días al año!). Al llegar al puerto, cogimos un taxi que nos llevó hasta el Magic Hotel Solheimsviken, donde pasamos la noche, listos para explorar más de esta fascinante ciudad al día siguiente.
Qué hacer en Bergen
Bergen es una ciudad con una rica historia y un ambiente encantador. Al caminar por sus calles, llegamos a la majestuosa catedral Johanneskirken y al famoso mercado del pescado, donde nos sorprendió la cantidad de españoles trabajando allí (¡uno en cada puesto!).
Bergen también ofrece una gran variedad de actividades para explorar la ciudad. Se pueden contratar visitas guiadas para descubrir su pasado histórico o disfrutar de un tour gastronómico que te permitirá probar delicias locales, como el pescado fresco o los famosos pasteles noruegos. Otra opción muy popular es el tour en bicicleta eléctrica, que te lleva por los puntos más destacados de la ciudad de forma cómoda y divertida. Si prefieres algo más relajado, no puedes perderte el autobús turístico, que te llevará por los rincones más emblemáticos y te permitirá disfrutar de las impresionantes vistas de la ciudad y sus alrededores. Sin duda, Bergen tiene mucho que ofrecer a los viajeros curiosos.
Este mercado es un lugar increíble para probar la auténtica gastronomía noruega. Además de los típicos pescados frescos, como el salmón salvaje, que tiene un sabor completamente diferente al que estamos acostumbrados en España, también ofrecen otras delicias menos comunes. Entre ellas, destaca la carne de ballena, un manjar tradicional en algunas regiones de Noruega. Los puestos están llenos de aromas tentadores y los vendedores te animan a probar su producto antes de comprar. Es una experiencia única para los amantes de la cocina y una forma perfecta de descubrir los sabores que definen la gastronomía local, especialmente en una ciudad tan cercana al mar como Bergen.
Cuando comienza a llover, decidimos refugiarnos en el Fish Me Fishmarket, una versión moderna y más estilizada del tradicional mercado de pescado. Este lugar tiene un ambiente mucho más contemporáneo, con su decoración de diseño y sus puestos que ofrecen una gran variedad de mariscos frescos y platos deliciosos. Mientras la lluvia no cesa, aprovechamos para disfrutar de una comida tranquila, con vistas al puerto. Si estáis dispuestos a hacer un pequeño derroche, os recomendamos probar el cangrejo real, un manjar noruego que, aunque es caro, vale totalmente la pena. La carne de este cangrejo es deliciosa, tierna y jugosa, y se sirve de una forma tan fresca que realmente se siente como una experiencia única. Ideal para saborear algo típico de la región mientras disfrutamos de la atmósfera vibrante del mercado y nos protegemos de la lluvia.
Con el paraguas en mano, salimos a explorar el famoso muelle de Bryggen, uno de los lugares más icónicos de Bergen. Este pintoresco barrio es conocido por sus antiguos edificios de madera que datan de la Edad Media y han sido cuidadosamente restaurados. Las fachadas de colores vibrantes, que van desde el rojo intenso hasta el amarillo y verde, crean una atmósfera única, casi de cuento. Paseamos por las estrechas calles empedradas y nos maravillamos con el contraste entre la arquitectura tradicional y la modernidad que rodea la ciudad. Este lugar es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que lo hace aún más especial. Es el sitio perfecto para tomar fotos, disfrutar del paisaje y empaparse del ambiente histórico de Bergen.
Esta zona, aunque muy turística, mantiene su encanto con tiendas de recuerdos, boutiques y acogedores restaurantes que sirven platos típicos noruegos. El ambiente es animado pero tranquilo.
Mientras paseamos por las calles, disfrutamos del ambiente único que ofrece este sector de la ciudad, lleno de vida pero con una calma encantadora. Continuamos hasta llegar a la Fortaleza de Bergenhus, una de las más antiguas y mejor conservadas de Noruega. Construida en el siglo XIII, esta fortaleza medieval ha sido testigo de siglos de historia. Al recorrer sus murallas, podemos imaginar cómo era la vida en la época medieval. Desde allí, las vistas hacia el puerto y el mar de Bergen son espectaculares, lo que hace que la visita sea aún más memorable. Sin duda, la Fortaleza de Bergenhus es una parada obligatoria para quienes visitan la ciudad.
Debido a la lluvia, tuvimos que cancelar la visita al Monte Floyen y al Bosque de Trolls y optamos por visitar el Magic Ice Bar de Bergen. Y seguro que os preguntaréis, ¿y no hay bares de hielo en Madrid? Sí, pero leímos tan buenos comentarios sobre este sitio considerado visita imprescindible en Bergen, que no pudimos resistirnos. Además, uno de empleados es español y nos contó un montón de anécdotas sobre la ciudad y la vida allí.
LEER DÍA 4: Iglesias vikingas, cascadas y paseo en barco vikingo y noche en hotel vikingo.
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