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EGIPTO DÍA 5: EL CAIRO – PIRÁMIDES DE GUIZA – SAKKARA – DASHUR

El día de hoy es uno de los más significativos del viaje ya que dedicamos la jornada a visitar las famosas Pirámides de El Cairo. Para ello madrugamos para desayunar en el buffet del hotel y a las 08.15 salimos del hotel en autobús.
Las Pirámides de Guiza
Localizadas en la meseta de Guiza, a 18 kilómetros de El Cairo, las Pirámides no sólo son los monumentos más importantes de Egipto, sino también los más antiguos del mundo. Se trata de construcciones funerarias que se edificaron bajo las órdenes de faraones de diferentes dinastías.
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Durante la cuarta dinastía, se erigieron la pirámide de Jufu (Keops), también conocida como la Gran Pirámide, la pirámide de Jafra (Kefrén) y la pequeña pirámide de Menkaura (Micerino), junto con varias otras subsidiarias menores, templos funerarios, templos del valle, embarcaderos y calzadas procesionales. También se esculpió en la roca de la meseta la Gran Esfinge de Guiza.






La pirámide de Jafra (Kefrén) parece la más alta, pero es debido a que fue construida sobre una zona más elevada de la meseta de Guiza; en realidad es la que se adjudica a Jufu (Keops) la de mayor altura y volumen. La Gran Pirámide es la más antigua de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo y la única que sobrevive intacta sustancialmente. Tiene una anchura de 230.4m en cada lado, y una altura actual de 138 m.
El área de las pirámides se abre al público de 08.00 a 17.00 horas y la entrada son 60 libras egipcias (unos 8€) y para entrar en ellas hay que pagar una entrada aparte (100 libras egipcias para la de Keops y 20 libras egipcias para la de Kefrén).
Una vez dentro hicimos una visita panorámica de las pirámides y tuvimos tiempo libre para fotografiar la pirámide de Keops desde todos sus ángulos. Su inmensidad es fascinante, incluso a escasos metros de ellas. Esas piedras gigantes agrupadas unas encimas de otras nos invitan a reflexionar sobre la costosa construcción de las mismas.

Después nos desplazamos en autobús hasta el lugar donde se encuentran las pirámides de Kefrén y Micerinos. Aquí había bastante menos gente y pudimos hacer fotos más tranquilos, incluso subirnos a un camello para inmortalizar el momento. Como recomendación, siempre negociar y dejar claro lo que vais a pagar por el camello (nosotros sólo queríamos unas fotos y en cuanto se puso de pie y empezó a andar su dueño ya quería que diésemos el paseo completo).

También es una zona comercial donde podréis compraros un turbante egipcio que os hará identificaros aún más con el Antiguo Egipto.

De aquí volvemos al autobús para llegar a un mirador en el que se aprecian las 7 pirámides (¡la foto más buscada!).


La última parte de la visita es la que se centra en la Gran Esfinge de Guiza.


De nuevo en el autobús, abandonamos el recinto de las pirámides y nuestros compañeros de viaje continúan la jornada para hacer un taller de papiros (otra acción comercial que te meten en el pack) y nosotros aprovechamos para despedirnos del guía y empezar nuestra aventura por El Cairo. Nos dejan justo a la salida del recinto, en un KFC ideal para comer (al lado también tenéis un Pizza Hut) y allí mismo nos recoge nuestro guía privado para los próximos días: Carlos.
La pirámide escalonada Sakkara
Sakkara es el emplazamiento de la necrópolis principal de la ciudad de Menfis, en la ribera occidental del Nilo, situada a unos 30 km de El Cairo y 17 de la ciudad de Guiza. Aquí se encuentra la primera pirámide que se construyó en Egipto, la pirámide escalonada, así como otras tumbas y mastabas.










La pirámide escalonada no es como las demás, ya que no parece una pirámide, sino más bien una escalera. Cuenta con seis pisos en su interior y se hizo así pensando que sus escalones permitirían al faraón Dyoser, que mandó su construcción, subir al cielo para reunirse con los dioses y faraones muertos.

Las Pirámides de Dashur
Pasadas las 14.00 salimos de Sakkara en dirección a Dashur, una población egipcia situada unos 40 kilómetros al sur de El Cairo, esencialmente conocida por poseer una amplia necrópolis real, localizada en una zona del desierto de la ribera occidental del río Nilo y varias pirámides, dos de ellas de las más antiguas, grandes y mejor preservadas en Egipto (de las 1000 pirámides que había, tan sólo quedan 140 en Egipto).

La Pirámide Truncada (o también llamada pirámide acodada o pirámide mentirosa) mide 90 m de alto y es la cuarta más alta en Egipto. Fue construida por Seneferu, padre de Keops (el constructor de la Gran Pirámide) y se la llama «truncada» porque el ángulo inicial resultó bastante empinando y obligó a los ingenieros a cambiarla a mitad de la construcción.

La Pirámide Roja también fue construida por Seneferu y mide 105 m de altura. Es la tercera más alta en Egipto después de las pirámides de Keops y Kefrén en Guiza. La Pirámide Roja es considerada como la primera pirámide verdadera y está hecha de arenisca. Esta es la primera pirámide que hemos conocido en profundidad.
Entrar en la Pirámide Roja fue toda una experiencia y lo mejor de todo es que estábamos solos. Hay que reconocer que entrar en una pirámide puede resultar algo claustrofóbico.
Primero hay que subir unos cuantos escalones hasta que llegas a la entrada a la pirámide y luego todo lo que has subido hay que volver a bajarlo por el interior, a través de un estrecho pasillo inclinado en el que apenas hay luz.



Lo más sorprendente es cuando llegas al final y te encuentras en un espacio reducido con escaleras antiguas que te llevan a la cúspide de la pirámide. 

En definitiva, se trata de subir y bajar escalones continuamente, pero la experiencia es imperdible. A la hora de entrar en una pirámide, os recomendamos entrar en esta precisamente por la intimidad de la visita ya que no es un lugar frecuentado en exceso por turistas.
La jornada había llegado a su fin y no podíamos estar más fascinados. Además, la experiencia con Carlos, el guía y el conductor fue inmejorable. Estaban pendientes de cada detalle para seguir mejorando la visita.

Nos dejaron en nuestro hotel The Oasis Hotel Pyramids en Guiza (El Cairo) y descansamos un rato antes de cenar.
En nuestra primera noche en El Cairo queríamos conocer algún restaurante local y elegimos uno cerquita del hotel: el Felfela. Hasta aquí llegamos en un Uber que nos costó 19 libras egipcias a la ida y 25, a la vuelta.


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