Amanece un día soleado en Bergen, ¡y por fin no llueve! Aprovechamos para desayunar en el hotel y tomar un taxi hacia el Monte Floyen, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. El monte, a 320 metros sobre el nivel del mar, ofrece unas vistas panorámicas impresionantes de Bergen, sus fiordos y las montañas circundantes. Para llegar a la cima, compramos los tickets para subir en el funicular, que opera de 07:30 a 00:00 horas.
Al llegar, nos encontramos con un paisaje impresionante, perfecto para pasear y disfrutar del aire fresco. Decidimos explorar el Bosque de los Trolls. Este encantador sendero está rodeado de árboles, creando una atmósfera mágica y misteriosa, como sacada de un cuento. El bosque es famoso por sus esculturas de trolls, que según las leyendas locales, habitan en estas tierras. Cada rincón invita a la aventura, mientras el sendero serpentea por un entorno natural intacto, ideal para relajarse o disfrutar de la naturaleza.
Este lugar es ideal para pasar el día, recorriendo senderos, perdiéndote en el bosque y disfrutando de la tranquilidad del Monte Floyen. Las vistas panorámicas de Bergen, las montañas y los fiordos desde arriba son impresionantes. El Bosque de los Trolls tiene un aire místico. La paz y la naturaleza del lugar hacen que te sientas totalmente alejado de la ciudad. Pero hoy nos espera una nueva aventura. Tras hacer algunas fotos, tomamos el funicular de vuelta y nos dirigimos a la oficina de alquiler de coches de Hertz, cerca de nuestro hotel.
Una vez allí, nos entregan el coche y nos ponemos en marcha para comenzar nuestro road trip por Noruega. La primera parada de hoy será la Iglesia de Madera de Fortun. Este hermoso edificio, reconstruido en 1992 después de ser destruido por un incendio, es una réplica de una iglesia vikinga que data de la Edad Media. Con su arquitectura tradicional, de madera oscura, la iglesia parece sacada de un cuento antiguo. Además, su ubicación en un pintoresco paisaje de montañas y fiordos la convierte en una visita obligada para los amantes de la historia y la arquitectura.
Después de visitar la Iglesia de Madera de Fortun, continuamos nuestra ruta en coche hacia una de las experiencias más impresionantes del día: dos espectaculares cascadas que no te puedes perder. La primera de ellas es Fossen Bratte, una cascada impresionante rodeada por un paisaje montañoso y verde. Aunque no es tan conocida como otras en Noruega, su caída de agua y el entorno natural la convierten en un lugar ideal para disfrutar de la belleza de la naturaleza noruega en su estado más puro. La fuerza del agua y el sonido del río que la acompaña crean una atmósfera única y relajante, perfecta para detenerse un momento y tomar algunas fotos.
Poco después, nos dirigimos a Steinsdalsfossen, una de las cascadas más famosas de la región. Lo más destacado de esta caída de agua es el sendero que pasa por detrás de la cascada, lo que nos permite caminar por dentro del agua y ver la caída desde una perspectiva completamente diferente. El agua cae desde una altura impresionante y la vegetación que la rodea crea un contraste vibrante con el color turquesa del agua. Este acceso único hace que Steinsdalsfossen sea una experiencia aún más especial. Las vistas panorámicas desde el sendero ofrecen una perspectiva increíble de la cascada y el paisaje circundante, siendo un excelente lugar para hacer fotos y disfrutar de la majestuosidad de la naturaleza noruega. Sin duda, estas cascadas son una parada imprescindible en cualquier recorrido por los fiordos de Noruega.
A la hora de comer llegamos a Norheimsund, un pintoresco pueblo situado en las orillas del fiordo Hardanger, uno de los más grandes de Noruega. Aquí, nos preparamos para vivir una experiencia única: surcar el fiordo a bordo de un auténtico barco vikingo, una reproducción artesanal que nos permitirá experimentar cómo era navegar en la época de los vikingos. Antes de embarcar, nos dirigimos al restaurante más económico y popular de la zona, Alpino Pizza and Kebap, donde disfrutamos de unas deliciosas pizzas que, aunque no sean el plato típico de Noruega, nos sorprendieron por su calidad y sabor. Las pizzas son generosas, con ingredientes frescos y de buena calidad, perfectas para reponer energías antes de la siguiente aventura.
Después de comer, nos dirigimos al puerto. Allí, el barco vikingo nos esperaba. Fue construido a mano, siguiendo los métodos tradicionales de los vikingos. Subir a bordo es como viajar en el tiempo. Nos adentramos en el fiordo rodeados de montañas y bosques. La tranquilidad era única. El guía nos compartió fascinantes historias sobre los vikingos y su vida en los fiordos, sumando un toque cultural a la experiencia. Navegar por el Hardangerfjord en un barco tan especial fue uno de los momentos más memorables de nuestro viaje.
A las 17:00 horas, nos encontramos con Bjorn, el dueño y capitán de un barco vikingo que él mismo construyó a mano. Bjorn nos llevó a bordo de su embarcación para navegar a lo largo del fiordo en un viaje privado que duró algo más de una hora. El costo de la experiencia fue de 20€ por persona, una verdadera ganga teniendo en cuenta lo auténtica y divertida que fue.
Desde el primer momento, Bjorn nos cautivó con sus historias sobre los vikingos, cómo usaban estas embarcaciones para sus travesías y cómo la construcción del barco era una tradición. Nos invitó a remar con él, dándonos una sensación de camaradería y conexión con el pasado. Además, tuvimos la oportunidad de izar las velas como si estuviéramos viviendo una verdadera aventura vikinga. La experiencia fue sumamente interactiva, permitiéndonos sentirnos parte de esa rica historia que aún vive en los fiordos noruegos. ¡Nos divertimos muchísimo y nos sentimos como niños, completamente inmersos en la magia del momento!
Si estás interesado en vivir esta experiencia única, puedes contactar con Bjorn directamente a través de Whatsapp en el +47 975 25 515. Sin duda, una actividad que recomendamos a todos los viajeros que busquen una experiencia auténtica y memorable en Noruega.
De camino al hotel, decidimos hacer una parada para admirar dos impresionantes cascadas que nos dejaban sin aliento: Skjervsfossen y Tvindefossen. Ambas son un espectáculo natural digno de admirar y hacen parte de las maravillas que Noruega tiene para ofrecer en su paisajística y dramática geografía.
Skjervsfossen, una de las cascadas más conocidas de la región, se caracteriza por su impresionante caída de agua que se desploma desde varios metros de altura. Lo que la hace aún más especial es que está formada por dos caídas de agua que se fusionan, creando una visión doble. El sendero que lleva hasta su base es fácil de recorrer, y se puede apreciar la fuerza de la cascada a medida que te acercas. La atmósfera alrededor de esta cascada es pacífica, rodeada por la naturaleza intacta de la región, lo que hace que la visita sea aún más mágica.
Poco después, llegamos a Tvindefossen, una cascada majestuosa con una caída vertical de unos 60 metros. Esta cascada es especialmente impresionante en los días lluviosos, cuando el caudal de agua se multiplica, creando una estampa aún más espectacular. Tvindefossen se puede ver desde la carretera, pero es recomendable dar un pequeño paseo por el sendero que bordea la cascada para disfrutarla en su máxima expresión. El entorno es ideal para sacar fotos y disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza.
Ambas cascadas son paradas perfectas para quienes buscan conectarse con la belleza natural de Noruega y son el tipo de lugares que hacen que el viaje por este país sea tan inolvidable.
El Gudvangen Fjordtell es un hotel con temática vikinga situado en el pintoresco fiordo de Gudvangen, Noruega. Su ubicación es ideal, ya que se encuentra a pocos metros del poblado vikingo «The Viking Valley», lo que permite una inmersión completa en la historia y cultura vikinga. Las habitaciones están decoradas con elementos que evocan la era vikinga, ofreciendo una experiencia única y auténtica. Los huéspedes han elogiado la decoración encantadora y la cálida bienvenida del personal. El hotel cuenta con un restaurante que ofrece una variedad de platos noruegos, permitiendo a los visitantes degustar la gastronomía local. Además, dispone de una tienda de souvenirs donde se pueden adquirir recuerdos de la región. La ubicación del hotel es excelente, con vistas impresionantes al fiordo y a las montañas circundantes. Los huéspedes han destacado la comodidad de las habitaciones y la amabilidad del personal. En resumen, el Gudvangen Fjordtell ofrece una experiencia única en un entorno natural espectacular, combinando comodidad y una inmersión cultural en la era vikinga.
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