Playa de Nungwi
Los días de relax y descanso por fin empiezan a estar presentes en nuestro viaje. A pesar de que no queremos madrugar, después de estar tantos días levantándonos a las 07:00 de la mañana, la inercia hace que nos despertemos con los primeros rayos de sol. Es día de disfrutar del resort, empezando por el desayuno buffet (durante en nuestra estancia en Nungwi contratamos 4 noches en régimen de alojamiento y desayuno por 640€, algo caro para lo que luego fue).
Después salimos a pasear por la playa para explorar el terreno. Primero, caminamos hacia el sur. Nos encontramos con muchos locales intentando vendernos amablemente diferentes excursiones y actividades en la isla, pasamos por varios resorts y escuelas de buceo, restaurantes y hasta por un «mercadillo masai». Sin embargo, estos masais nada tienen que ver con los que vimos en el continente, pues los de aquí son “de mentira” y su objetivo, después del de venderte algún souvenir, es el de conquistar a mujeres blancas Zanzíbar es unparaíso para el turismo sexual femenino. Y aunque su práctica es tan vieja como el mundo, tuvo un punto de crecimiento exponencial muy claro: la novela, luego llevada también al cine, «La Masai Blanca».
La playa de Nungwi es de arena coralina, agua cristalina y temperatura templada. Apenas cubre. Sólo tiene dos pegas: los locales no la cuidan y en ocasiones encontramos basura en ella y, por otro lado, las marea deja zonas con algas en la arena especialmente por las mañanas. Por lo demás, es espectacular. Por eso, elegimos esta parte de la isla para pasar nuestros días de descanso.
Caminando hacia el norte, encontramos la playa más frecuentada por locales y de camino al acuario de tortugas vimos zonas con isleños construyendo los barcos que usan para pescar y para las excursiones. La comida la hicimos en el Gerry’s Bar & Restaurant situado al lado del hotel. Todo está buenísimo pero es el restaurante más lento en el que hemos comido nunca. Siendo los únicos comensales, llegamos a esperar hasta 1 hora la comida.
Por la tarde, nos relajamos en la piscina del hotel y disfrutamos de la puesta de sol mientras paseábamos de nuevo por la playa. Fue aquí cuando uno de los locales que promocionan excursiones nos vendió el día de snorkel en Nmemba con comida en la playa por 25$ por persona para el día siguiente. ¡SÍ! ¡PICAMOS!
Isla de Nmemba
Al día siguiente, después de desayunar, nos preparamos para pasar un día de snorkel en el reef de la isla de Nmemba (una isla privada que pertenece a Bill Gates). A las 08:45 nos esperaban en la playa los locales que nos vendieron la excursión para acompañarnos a coger el barco. Caminamos unos 10 minutos hasta que llegamos a la zona donde se encontraban el resto de turistas. Unas 20 personas (la mayor parte italianos y un grupo de madres e hijas españolas) serían nuestros compañeros de excursión.
El paseo en barco hasta la isla de Nmemba duró aproximadamente una hora y la última parte fue algo agitada, ya que el mar estaba un poco revuelto. Una vez en el reef de Nmemba comenzó la jornada de snorkel. Vimos una especie de medusas pequeñas, peces payaso, peces bayesta, una serpiente marina y hasta el peligroso pez piedra, que si te pica puedes llegar a morir debido a su fuerte veneno. En general, nos ha gustado el reef, es una zona con una gran variedad de fauna marina (pero no supera al de Maldivas).
Como la isla de Nmemba es propiedad de Bill Gates, no podíamos desembarcar allí, así que la comida se organizó en la playa de Muyuni que está justo enfrente. Nos prepararon atún a la brasa con arroz blanco (¡el arroz que no falte!) y frutas de postre. Después disfrutamos de la playa, el agua estaba mucho más caliente que en Nungwi y más tranquila. Nos gustó mucho la playa. Como nos fuimos sólo con la GO PRO, gastamos la batería haciendo snorkel y no tenemos fotos de la playa.
Por la tarde, cuando regresamos al resort, nos dimos un bañito en la piscina y después fuimos a la playa a ver la puesta de sol.
Acuario de Mnarani
El día está nublado, pero hace calor, así que aprovechamos la mañana para visitar el acuario de Mnarani situado al norte de Nungwi. Este acuario de tortugas marinas ofrece la posibilidad de dar de comer a las tortugas que se encuentran en una piscina de coral natural. Según nos contaron, aquí es donde los pescadores traen a las tortugas enfermas para su rehabilitación y el día 20 de Febrero de cada año devuelven algunas de ellas al mar. La entrada son 10$ / persona.
La comida de hoy la hacemos fuera del hotel y de la playa, nos adentramos en el pueblo de Nunwgi y comemos en el restaurante italiano L’Ombeliko del Mondo (ahora llamado Kibanda Lodge), frecuentado por muchos italianos que visitan la isla y con excelentes comentarios. Comimos pasta con langosta y cigala. ¡Riquísimo!
La tarde la pasamos en el hotel descansando y disfrutando de no hacer nada.