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DÍA 6: Glaciar de Nigardsbreen.

Hoy vamos a vivir una nueva aventura noruega: realizaremos un hiking (que no trecking) por el glaciar de Nigardsbreen. Hay varios niveles de dificultad en las caminatas entre las que elegir, desde muy fáciles a avanzadas. Desde mayo a octubre, todos los días salen expediciones por el glaciar y a diferentes partes del mismo. Las caminatas cortas se pueden hacer especialmente entre julio y agosto.

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Madrugamos para estar a las 09:15 en el Centro de Visitantes de Jostedal donde compramos la entrada para el Blue Ice Family Hike de 1 hora que vamos a realizar. El precio es de 110€ por persona, algo caro para nuestro road trip lowcost pero merece mucho la pena.

Desde aquí tomamos un tramo de carretera que se dirige al, muy cercano, camping de Jostedalbreen. Casi pegado a este camping os encontraréis con una carretera de peaje de 3 Km donde solo se admiten tarjetas de crédito (4 €) y tienes que pagar sí o sí para que se levante la barrera y poder pasar. Llegamos al lago donde aparcamos en el parking de forma totalmente gratuita (¡ya hemos pagado el peaje!) y cogemos una barca (4 € por persona ida y vuelta) que nos deja a 15 minutos de la lengua de hielo. También se puede ir andando bordeando el lago, pero la caminata es de más de media hora sólo hasta el punto donde te deja la barca.

Aquí empieza la ruta andando hacia el glaciar, en la que para no perderse es imprescindible seguir los conos amarillos (sólo si has contratado el hiking, sí vas por libre se supone que no debes seguir este camino). Por el camino hay escaleras, barandillas, puentes colgantes de madera y cuerdas que nos ayudan a recorrer el trayecto de forma cómoda.

Por fin llegamos al inicio de nuestro hiking (y justo vemos cómo se desprende un trozo de glaciar y baja por el río hasta el lago).

Nos colocan los crampones sobre las botas para que nuestras pisadas en el hielo agarren bien y nos atan con una cuerda para mantener el grupo unido y seguro.

A parte del guía (súper simpático) nos acompaña otra pareja. Al principio da un poco de miedo, pero enseguida quedas fascinado por la belleza y sobre todo por el azul del glaciar.

La hora se pasa volando y te quedas con ganas de más. ¡La próxima vez haremos el hiking de 5 horas!

Después de nuestra experiencia en el glaciar, continuamos la ruta del día hacia la iglesia de madera de Urnes, la cual nos quedamos sin ver porque justo cuando llegamos al puerto para coger el ferry que te lleva hasta ella, estaba saliendo y el tiempo de espera para coger el siguiente es demasiado largo. Decidimos sacrificarlo y continuar hasta el Boyabreen Glacier para echar unas fotos antes de que empiece a llover.

La última parada es para subir al Loen Skylift, el teleférico con más pendiente del mundo. Permite ascender los 1.000 metros de acantilado que parten de un fiordo, hasta la cima donde en verano se accede a una zona de senderismo, y en invierno se puede esquiar con unas magníficas vistas. El precio por persona es de 50€ para el trayecto de ida y vuelta. Sin embargo, no para de llover y no merece la pena. Si mañana hace mejor día, haremos un nuevo intento.

Hoy dormimos en el Hjelle Hotel (desayuno incluido).

LEER DÍA 7: Fiordo de Geiranger.

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